Los Oklahoma City Thunder se coronaron campeones de la NBA tras imponerse este domingo en el séptimo y decisivo partido de las Finales a los Indiana Pacers por 103-91. Este triunfo marca el primer título de la franquicia desde su traslado a Oklahoma City en 2008, cerrando así una temporada memorable. Los Thunder tuvieron que luchar hasta el último momento para superar a unos Pacers que ofrecieron un gran nivel a pesar de la grave lesión de su base Tyrese Haliburton en el primer cuarto del encuentro.
Una temporada para el recuerdo
Bajo la dirección del entrenador Mark Daigneault y con la inspiración en la pista del ‘MVP’ Shai Gilgeous-Alexander, los Thunder lograron su tan ansiado anillo. La clave de su éxito ha sido una defensa sólida combinada con el alto nivel ofensivo del jugador canadiense. En el partido definitivo, el equipo local brilló especialmente en el tercer cuarto, donde lograron un parcial de 34-20 que resultó decisivo para encaminar la victoria.
La lucha de los Pacers pese a la adversidad
Los Indiana Pacers pelearon con tenacidad hasta el último segundo, tal y como habían hecho durante todos estos históricos playoffs, quedándose a un paso de la gloria. Sin embargo, la ausencia de su estrella Tyrese Haliburton, quien sufrió una grave lesión en el tendón de Aquiles apenas a los cinco minutos de juego, fue un duro golpe. El base estadounidense tuvo que abandonar el Paycom Center entre lágrimas, poniendo fin a una temporada memorable de la forma más cruel.
El inicio prometedor y la lesión que cambió el partido
Haliburton comenzó el partido mostrando su mejor versión, encestando tres triples consecutivos que dieron las primeras ventajas a los Pacers. Pero tras una penetración, cayó al suelo y, consciente de la gravedad de su lesión, no pudo contener las lágrimas. Este momento dejó en silencio a todos los aficionados presentes en el pabellón.
Resistencia y ajustes tácticos
A pesar de la ausencia de su líder, los Pacers mantuvieron el tipo con Pascal Siakam intentando erigirse como héroe. En los Thunder, solo Shai Gilgeous-Alexander y Alex Caruso lograban encontrar soluciones ofensivas, mientras el equipo comenzaba a sentir la presión de ser claros favoritos tras la baja de Haliburton.
Ambiente de séptimo partido y cambios clave
El Paycom Center vibraba con un ambiente espectacular propio de un séptimo partido, aunque los triples no entraban para los locales. Un triple sobre la bocina de Andrew Nembhard permitió a los Pacers irse al descanso con ventaja, sembrando dudas en el equipo local, que necesitaba la aparición de Jalen Williams y Chet Holmgren.
Para cambiar el rumbo, Daigneault introdujo un cambio en el quinteto titular, sustituyendo al pívot Isaiah Hartenstein por el escolta Alex Caruso. Esta modificación resultó fundamental para que los Thunder recuperaran su identidad, encontrando nuevas vías de ataque para despegarse en el marcador.
El impulso definitivo hacia el título
Con un parcial de 9-0, los Thunder comenzaron a encaminarse hacia el título, pero T.J. McConnell no se rindió y anotó 12 puntos consecutivos, manteniendo a los Pacers en la pelea a pesar de sus pérdidas de balón. Al cierre del tercer cuarto, la ventaja local era de 13 puntos, con Gilgeous-Alexander y Jalen Williams rindiendo al nivel que les ha caracterizado toda la campaña.
Dominio en el último cuarto y cierre del partido
El último parcial estuvo dominado por Chet Holmgren, quien firmó hasta cuatro tapones y dejó a los Pacers sin opciones claras en la zona, con McConnell como el único recurso ofensivo. El Paycom Center se convirtió en un auténtico ‘infierno azul’, empujando a los Thunder a una ventaja máxima de 22 puntos.
Con más de 18.000 espectadores entregados, los locales comenzaron a celebrar el título, aunque Bennedict Mathurin consiguió reducir la desventaja a 11 puntos desde la línea de tiros libres, generando algo de nerviosismo. Sin embargo, dos buenas defensas consecutivas permitieron a los Thunder ampliar la renta y sellar el triunfo por 103-91.
El reconocimiento al MVP y la histórica celebración
Con esta victoria, los Oklahoma City Thunder consiguen su primer anillo desde su traslado a la ciudad en 2008. Shai Gilgeous-Alexander fue galardonado con el premio Bill Russell al MVP de las Finales, cerrando una temporada histórica no solo para él, sino para toda la franquicia, que por fin alcanza la cima del baloncesto profesional estadounidense.
